Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota (popularmente conocida como «Los Redondos») fue una banda argentina de rock, oriunda de la Ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina y liderada por el Indio Solari.
Formación inicial
Carlos «Indio» Solari: voz
Daniel «Semilla» Bucciarelli: bajo
Eduardo Skay Beilinson: guitarra
Piojo Abalos: batería
Tito Fargo D’Aviero: guitarra
Willy Crook: saxo
Esta banda tiene origen en La Plata, en 1976. Descendiente directa de La Cofradía de la Flor Solar, en un principio no tenía ni nombre ni integrantes fijos, sino que alrededor de 15 músicos se alternaban en los instrumentos. Los tres pilares fundamentales son: el Indio Solari (voz), Skay Beilinson (guitarra) y Carmen Castro ‘La Negra Poly» (manager y alma mater), a quienes se podría agregar Ricardo Cohen, «Rocambole», algo así como el director artístico de la agrupación. Skay había integrado Diplodocum, junto a su hermano Guillermo Beilinson, Topo D’Aloisio, Isa Portugheis y Bernardo Rubaja.
Si bien la música siempre formó parte esencial de los shows de Patricio Rey, en las primeras presentaciones en teatros de La Plata se ponían en escena números de teatro y ballet, mientras se repartían verdaderos redonditos de ricota entre el público.
Ya para el ‘78 se presentan en teatros under de la Capital. Entre 1979 y 1980 la banda se distancia: Skay y Poly se mudan a Mar del Plata y el Indio a Valeria del Mar. Como la costumbre lo indica, a fines de año se reunían para tocar juntos.
En 1981 retomaron el rumbo de los pubs, para llegar a grabar su primer demo profesional, en 1982: «Nene, nena», «Mariposa Pontiac», «Superlógico» y «Pura suerte» fueron los temas registrados en RCA, que logran una importante difusión en las FM porteñas. Para ese entonces también se habían unido a la banda las coristas Bay Bisquits (Vivi Tellas, Fabiana Cantilo e Isabel de Sebastián). También participaba el periodista Enrique Symms, recitando y monologando en la introducción del espectáculo.
La periodista Gloria Guerrero publicaba allá por diciembre de 1982: «Una es imparcial, trata de no tomar partido por nadie, pero a veces es imposible. El grupo que más me interesó en los últimos tiempos hace un recital y quiero que lo sepan. Y además porque es muy difícil que se enteren por otro medio, ya que estos delirantes tipejos no publicitan un cuerno nada de lo que hacen. Las noticias «se corren» y los teatros se llenan» (G.Guerrero en Humor, diciembre 1982).
En diciembre de 1984 grabaron «Gulp», la primera placa, en los estudios de MIA, con Lito Vitale como operador y músico invitado. La plata para esta producción independiente provino de un pozo común formado por un porcentaje de las ganancias de cada show. La distribución comercial corrió por cuenta de la Negra Poly. «Si un productor quiere ocuparse de Patricio Rey en grabaciones, o en lo que sea, está invirtiendo una cantidad. Y para resarcirse de lo que invirtió deberá vender a Patricio Rey de alguna manera que no tiene absolutamente nada que ver con lo que Patricio Rey quiere hacer» (Poly, en G.Guerrero pág 80). Más adelante firmarían un contrato con la Distriubuidora Belgrano. A casi 8 años de su nacimiento, Los Redondos comenzaban a ser conocidos masivamente, con temas como «Barbazul versus el amor letal», «La bestia pop» o «Ñam fri fruli fali fru».
«Oktubre» (1986), la segunda placa, termina de lanzarlos a la masividad. La prensa especializada coincide: «es un discazo que de entrada obliga a adjetivar desmedidamente», publica la revista CantaRock. Los hits más importantes son «Semen-Up» y «Fuegos de octubre».
A comienzos de 1988, Walter Sidotti reemplaza a Avalos en la batería. También se aleja D’Aviero. En noviembre, el que emigra es Crook (se une a Los Abuelos de la Nada) y su lugar lo ocupa Sergio Dawi. Por entonces, los Redondos eran elogiados casi devotamente.
«Un baión para el ojo idiota» es el título del tercer disco (1988), «el que refleja más fielmente el sonido del grupo», según el Indio y que contiene una canción emblemática para ellos y su público, «Vamos las bandas».
«Esa estrella era mi lujo», «La pabellum de un psicópata» y «Héroe del whisky» son los temas que sobresalen del siguiente LP, «¡Bang! ¡Bang! ¡Estás liquidado!» (1989). El 29 de diciembre de 1989, diez días después de llenar dos Obras, se presentan en el campo de hockey del mismo club, ante 25.000 fans, cifra inédita hasta entonces para ellos. El año ‘90 transcurrió con constantes presentaciones en discotecas y en el estadio Obras Sanitarias. Esto modificó en parte la relación entre la banda y su público. Muchos consideraron que presentarse en Obras consistía en una «traición» a los principios siempre enarbolados de no transar.
En abril de 1991 vuelven a presentarse en Obras. La Policía detiene a unas 40 personas, entre las que se encuentra Walter Bulacio, quien tras pasar horas encerrado en un calabozo y 5 días en coma, muere en medio de declaraciones contradictorias. La carátula pasa de «muerte por lesiones graves» a «muerte dudosa», pero los culpables no aparecen, pese a las marchas de repudio. Desde ese entonces, un nuevo cantito es incorporado por el público: «Yo sabía, yo sabía, a Bulacio lo mató la Policía».
Para fines de ese año, Patricio Rey se vuelve a presentar en Obras con su nueva placa: «La mosca y la sopa» (1991), que tiene en
«Mi perro dinamita» y «Un poco de amor francés» a sus temas más importantes.
El disco en vivo «En directo» (1992) es una especie de «pirata oficial» según el mismo Skay. Incluye grabaciones de shows minuciosamente seleccionadas y remasterizadas en Estados Unidos.
La popularidad de la banda se confirma una vez más en dos presentaciones en el Centro Municipal de Exposiciones, donde estrenan temas nuevos ante 40 mil personas. Patricio Rey se decide entonces a lanzar un disco doble con 25 temas, titulado «Lobo suelto» / «Cordero atado» (1993). Por primera vez en su carrera, los Redondos se animan a un estadio de futbol: dos noches consecutivas en Huracán, con 80.000 espectadores en total, dan prueba de la aceptación del disco.
Tars largos meses de silencio, se anunció una presentación en la ciudad santafecina de San Carlos, en agosto del ‘95. Para la fecha del show, la capacidad hotelera había sido totalmente saturada y hordas de fanáticos se instalaban en carpas en las afueras de la ciudad. Realizaron dos shows en una discoteca con capacidad para 3000 personas que fue totalmente colmada.
Hacia fines de diciembre de 1998, los Redondos se presentaron en el estadio de Racing, para la presentación del «Ultimo bondi a Finisterre», el noveno disco. Dos shows con más de 45.000 personas en cada uno cerraron un año con Patricio Rey muy cerca de la Capital Federal, como hacía mucho tiempo que no se podía gozar.
Ese esperado show en pleno Buenos Aires tuvo lugar finalmente los días 15 y 16 de abril del 2000 en River. Con algunos incidentes en las inmediaciones del estadio, alrededor de 140.000 fanáticos participaron de un hecho calificado por la prensa de «histórico».
En el 2001 , Los Redondos se presentaron en el Estadio Centenario de Montevideo, el primero de la banda fuera de Argentina.
Al show le siguieron varios meses de silencio, hasta que finalmente, Skay y la Negra Poly anunciaron que «al menos por un tiempo», Patricio Rey permanecería en silencio. Luego, Skay anunció el lanzamiento de su primer disco solista, llamado «A través del mar de los Sargazos» y el mismo camino siguió el Indio.
En el año 2007 Skay Beilinson publica su trabajo «La marca de Caín» y luego hacia finales del 2008 el Indio Solari publica su segundo trabajo «Porco Rex» el que, según comentó él mismo, es el segundo disco de una trilogía «perfecta
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